Llegando a casa (Libre)

Jugueteando como siempre llegué a un sitio desconocido para mis ojos, las cosas no me importaban mucho hasta el momento solo tenía una razón de existir: VENGANZA Vaya solo ese repugnante sentimiento se encontraba estable en mi cabeza y corazón, sin imaginar lo que me deparaba acudir a ese lugar continué caminando hasta me encontré con una desafortunado vagabundo quien agonizaba de dolor, suplicaba a un Dios que no lo escuchaba pero yo si…

Me acerque hasta él diciéndole al oído con esa cálida voz que me caracteriza, rozando las yemas de mis dedos sobre su sucia y no muy reconfortante mejilla.

- Dios no te atenderá, pero yo puedo sacarte de tu infierno si aceptas un sacrificio. – Le sonreí seductoramente y me senté junto a él esperando su respuesta, sin embargo ¿Quién podría negarse a mis encantos?

- ¿Sacrificio? – Esperó un rato mientras trataba de recomponerse para hablar con claridad. – No importa, ya me cansé de seguir así ¡Haz lo que quieras dulce ángel! – Sus palabras fueron tan encantadoras que de no tener hambre lo sacaría de su inmundicia para convertirlo en un caballero. Su muerte fue piadosa, no sufrió y al fin su alma fue liberada del sufrimiento ayudando a su prójimo que en este caso sería yo.

Continué caminando sin rumbo fijo adentrándome cada vez mas en un pequeño callejón, para solo recargarme en la pared de oscuro color y mantener mis ojos cerrados.

- ¡Buenas noches! – Dije al viento al percibir el olor a vampiro que se acercaba a mí.

Me acerque, el olor a vampiro embriagaba cada vez mas, era una bella vampiro, me cautivó... Yo solo le sonreí.

-Buenas noches-Le contesté a su pregunta, pero su presencia era fascinante, era una vampiro muy bella y casi no podia resistirme... En fin, pense sera lo que deba de ser...

Me acerque mas a ella y su aroma penetrò todo mi ser, era un aroma que dificilmente olvidaria, me quede a pocos metros de ella, percibì tambien el dilce aroma a sangre de sus labios, acababa de cazar. Delicioso aroma a humano, deje escapar un pequeño suspiro.

Esta vez la sorpresa fue para mi, una vampiresa de descomunal belleza respondió a mi saludo dejandome impactada, su silueta era esbelta, su cuerpo delgado, mirada escarlata, cabello oscuro, facciones definidas, su olor… ¡Una musa para los Dioses!

Sacudí la cabeza para sacar los pensamientos de mi mente, sonreí por debajo y suspire ¿Cómo sacarle conversación a esta hija de la noche? Arqueé la ceja al pensar en esa pregunta mientras torcía el labio y al fin se me ocurrió.

- ¿Dando un paseo bajo la luz de la luna? – No pude olfatear, rastro de sangre sobre ella lo cual indicaba una cosa estúpidamente lógica…

- O… ¿De cacería? – Mi tono de voz se torno de una curiosidad inexplicable, la verdad es que estando en este estado no me importa nada de lo que pueda ocurrir.

Vi que aquella vampiresa de descomunal Belleza, una Belleza que dolia de tan solo mirarla, se habia sorprendido de mi prescencia, no logro notarme...

Sonreí ante sus preguntas...

-Acabo de comprar casa cerca de aquí y la verdad no he tenido tiempo de salir a cazar, cosa que voy a hacer tenlo por seguro-Y le sonrei ampliamente con un movimiento un tanto seductor.

-Pude ver que te haz dado un festín-Le dije sn quitar la sonrisa ya dibujadad e mis labios, su aliento a sangre era dulce y embriagador.

Para cuando la vampiresa se acerco me pude percatar de que se trataba de Beldandi ¡Vaya que el mundo es pequeño! ¿Quien habría imaginado que la encontraría en este lugar? Me sorprendió bastante el toparme de frente con majestuosa mujer de impresionante belleza.

- Es una lastima que no hayas probajo los manjares que la ciudad brinda por las aterradoras noches... - Le dije enarqueando una ceja y con una sonrisa de autosatisfacción.

- Es verdad, de mi parte la solución a mi hambruna a concluido. - Sonreí y deje que el aliento a sangre fresca emanara de mi boca, mientras hacía un ademan con la mano para señal el lugar donde quedo el cadaver del hombre que con anterioridad me llamo ángel.

Pude ver que era Ishtar, una vampiresa de descomunal belleza, contesto a mi pregunta y de su voca tan solo pude oler los restos del efluvio de la sangre de aquel hombre, y eso insito a mi sed, tan solo negue con la cabeza.

-Haces que me distraiga con gran facilidad-Le dije esbozando una gran sonrisa

-Yo ya tube el placer de tener mi "cena"-Di una pequeña carcajada. -Y ahora vienes tu rodeandome de ese dulce aroma... Haces que se me abra el apetito-Y volvi a carcajear un poco.

-Me alegra micho el verte aqui de nuevo-Y le dedique una gran sonrisa.

-Y dime, que haces por estos rumbos?-Termine por preguntarle a aquella vampiresa de tan descomunal belleza.

Cada una de las palabras pronunciadas por Beldandi me hacían sentir descontrolada, por una parte estaba el tono con el que las decía y por otra no sabría describirlo; me tranquilice y camine hasta ella para quedar frente a frente sin distancia que se opusiera en nuestro camino.

- ¡Soy la musa de la distracción! – Dije con un tono burlesco arqueando una ceja y sonriendo con la mitad de los labios.

- Yo no soy la culpable de que tengas una mala noche… - Hice un puchero y después me carcajeé haciendo un ademán con la mano para señal a los humanos que nos estaban rodeando.

- La verdad no se ni que hago aquí, ni siquiera el nombre del lugar en el que me encuentro de pie conozco. – Arroje un leve suspiro y me incorpore rápidamente, jugueteando con mi cabello.

- Pero me alegra encontrarte por este lugar mujer… - Le dije con una voz fuerte, divertida y clara.

-En eso tienes razon, no eres la culpable de lo que me sucede, de mis malas rachas-Y se me salio una sonora carcajada.

-Mira, por una parte me alegra que estes aqui, sea por la razon que sea que llegaste aqui... me alegra muco, ya que he estado muy atareada con el trabajo-Admiti y esboce una gran sonrisa picara.

-Estamos en la ciudad de las Brujas en Belgica, como ya te habia mencionado acabo de comprar casa, si quieres podemos ir para que conoscas un poco-Le sonrei ampliamente

Escuche con atención cada palabra de mi compañera ¡Ya había estado aquí! Leonides me trajo en uno de sus viajes pero fue hace tanto tiempo que no reconocí la ciudad.

- Me encantaría conocer tu casa, solo espera un segundo… - Le guiñe el ojo y me retire a toda prisa como pude hasta alcanzar a una silueta dibujada entre la penumbra de un callejón, se trataba de un hombre cuya apariencia daba entender que era de clase media pero estaba ebrio y no sabía lo que hacía, caminando con pasos pesados y torpes se interno hasta la profundidad de aquel pequeño rincón, lo observe y me fue fácil sonsacarlo de allí, lo golpee fuertemente en la nuca que lo adormeció lo cargue sobre mi hombro y con paso veloz regrese hasta el encuentro de Beldandi…

- La cena esta servida… - Le dije con una sonrisa enmarcando mis labios y una mirada que invitaba a la cena que había conseguido para ella.

Mire a Ishtar un tanto confundida por la expresion de su rostro, y luego, tan derrepente, se fue, pense en seguirla, pero en cuestion de segundos habia regresado, La cena esta servida, me dijo sonriendo ampliamente, ¿Habia ido a cazar a un humano por mi?,,eso era lindo, aunque dentro de mi luche ante la uidea, puesto que a mi me gustaba jugar un tanto antes con la comida primero, pero luego empece a pensar que si ella creia qwue no era lo suficientemente capaz de conseguir mi propia presa, estaba equivocada, pero tan solo sacudi la cabeza un poco para quitar de mi mente aquellos pensamientos ilógicos, y tan solo pensé que ella era atenta conmigo, por que nos habiamos encontrado al fin, y si estaba dispuesta a ir a mi casa era por que a lo mejor pensaba quedarse un tiempo razonable asi es que fue por mi cena para que yo no estuviera sedienta...


-Gracias hermosa, pero no tenias que hacerlo, no deviste molestarte-Le dije esbosando una gran sonrisa, tome a aquel hombre con ambas manos y le drene completamente su sangre, una vez que lo hice lo deposite en el suelo, no habia derramado ni una sola gota de su sangre, en mis labios no habia ni siquiera el rastro de que me hubiera bebido su sed, estaba completamente limpia y sonrei ampliamente a mi acompañante

-Y bien, que propones que podamos hacer ahora?-Espere su respuesta con una gran sonrisa dibujada en mis labios.

Beldandi dudo de mi por unos momentos, eso lo pude apresiar en su mirada y al instante en el que su cabeza fue sacudida, es obvio esa es el mismo comportamiento cuando yo quiero sacar ideas absurdas de mi cabeza. Al final se decidió y su alimentación fue tan sorprendentemente limpia que ni siquiera una mancha atómica fue salpicada, la sangre de aquel hombre fue bebida por completo por la vampiresa que me dejo boquiabierta ligeramente impresionante era como ver una cacería de Lucian, incluso aun mucho mejor pues mi compañera resultaba hermosa bajo la luz de la luna, algo que no podría apreciar de mi padre.

- ¡Vaya! Eres magnifica… - Le dije co la cara llena de estupefacción , pero mas que lógico que Beldandi actuara de esa forma pues sin duda alguna su presencia reflejaba la antigüedad que poseía, algo digno de respeto.

Crucé mis brazos a la altura de la cintura y mis labios se torcieron un poco mientras la mirada se perdía en la oscuridad de la calle, trataba de pensar que hacer seguido de aquello, no estaba en la mejor forma como para imaginar algo locochon o indecente, así que negué con la cabeza al tiempo que un puchero se dibujaba en mi rostro.

- ¡No tengo la menor idea! Esta noche mandas tú, así que… - Le deje un libre albedrío y espere su insólita respuesta.

Ishtar me tenia loca de sorpresa!!!, esta vampiresa aparte de hermosa es un estuche de monerias, yo solo respondi para mis adentros...

-No muñeca, la magnifica aqui eres tu!!!, y que te parece si vamos a dar una vuelta por los alrededores, digo solo para distraernos-Le giñe un ojo picaramente, la verdad no importaba, tan solo por que ella me honrara con su compañia...

La verdad es que la compañia de Ishtar era lo unico que necesitaba, ya que habia teido una cena fabulosa, servida por ella, la noche era magnifica, puesto que la luna alumbraba su hermosa figura, yo estaba bien, solo faltaba un poco de dbersion...

-Si quieres podemois ir a un antro o a algun bar, elige tu por favor-He ice una mueca infantil como si no quisiera elegir, era su turno de hacer algo que fuera divertido para ambas. Definitivamente queria que ella eligiera.

Me puse a pensar en las distracciones que el lugar podría tener para dos jóvenes vampiresas que además de hermosas un poco dementes si era la palabra correcta. Indague las alternativas y la verdad es que ir a la librería a comprar un libro no era algo que le guste a mi compañera, podría reconocer atentamente lo que le gusta con tan solo observarla, no juzgo a nadie pero en este caso mi adorada Beldandi deseaba acción si no me equivoco así que estar en silencio no era una idea grata.

- Bien pues busquemos algún enemigo… Probablemente un Lycan. – Sonreí maléficamente ante la idea de tener una batalla contra un licántropo pero no era mi estilo de vida además de que dudo encontrar uno por aquellos rumbos.

- O… quizá podemos ir de “Cacería” – Acentué la palabra cacería y le guiñe un ojo coquetamente. – ¡Vamos a un bar a conseguir novio! – Solté una carcajada que mas bien pareció una melodía de sirenas.

Escuche su voz como el mejor canto de una sirena hacia su comentario de "Buscarnos unos novios", aunque la verdad me apetecia mas buscar un Lycan o un angel... Solo para molestar!!!, pero solo me limite a decirle a mi compañera...

-Tus deseos son ordenes, mi amada Ishtar-Le sonrei coquetamente, mientras le hice el ademan para salir de ahi y buscar un bar.

El rumbo no era muy conocido, tan solo debiamos seguir el "rastro", de hombre, sudor, alcohol y drogas... jajaja, esa idea era dibertida, y a pesar de que ambas ya habiamos "cenado", me encanto el hecho de hacerlo tan solo por nuestra diversion, para estar lejos de aquella quietud tan inquietante.