solito en Londres [Ishtar (privado)]

Las palabras de su musa eran cantos angelicales, cada palabra que salia de los labios de la vampiresa le parecieron un simple golpeteo gracial, suave y apacible, conforme hablaba la mujer inmortal el moreno sonreía por debajo, sonrojado y lleno de amor por las chica, miles de emosiones y sentimientos llenaban e invadian su ser, incrementando el deseo que la mujer le despierta con solo el rose de su gélida piel con la de él.

-No tienes nada que agradecer yo simplemente...

No pudo terminar la frase ya que los labios de la vampiresa se unieron nuevamente con los del chico, haciendo de un beso pasional y lleno de de deseo, sin embargo eso no fue lo que al pequeño un deseo mayor, sino las manos de la vampiresa recorrer su cuerpo lentamente, aquellas caricias hacen y provocan en el ojiverde una sensación extraña y bastante candente. Lentamente se va estremeciendo por lo que hace rodar su cuerpo quedando la vampiresa debajo del cuerpo del hibrido, el calor comienza a invadir sus entrañas provocando que se fuera despojando de sus prendas superiores quitandose primero la sudadera para proseguir despues con la playera que lleva puesta. Le sonrie a la mujer rosando sus dedos sobre uno de los brazos de la vampiresa, recorriendo como si de una figura de porcelana fina se tratará deteniendose sobre la diminuta cintura de la mujer y besando nuevamente sus labios, primero lento, despacio y en cierto modo inocente, siguiendo e incrementando la intensidad del beso, mordisquenado el labio inferior de la mujer para despues descender por el cuello fino y delgado de la mujer inmortal, aspirando su aroma que desporda una fragancia dulce al olfato, sin duda una fragancia cubierta de feromonas que enloquecen al moreno ojiverde, poco a poco comienza a ascender hacia el oido de la chica, relamiendolo lentamente, mordisqueando el lóbulo de la chica, luego de aquel atrevimiento desciende dando pequeños besos por el cuello de la mujer, ascendiendo nuevamente hacia sus labios, pero antes deperderce en esos labios nuevamente susurra por encima de ellos.

-No se que el lo que me pasa pero, me tienes hecho un loco.

Aquel susurrofue completamente sueve, delicado y rodeado de un amor abrazador, Tristán mantiene los ojos cerrados y se pierde nuevamente en los labios de la vampiresa, su mano aun sigue depositada sobre la cintura de la mujer, ya que considera un verdadero atrevimiento palpar siquiera alguna parte intima de la mujer, aunque muere de ganas siente que es una violación a su intimidad, ademas se atreve a tocas los senos de la mujer a menos que ella quiera o se lo pida.

Continua besandola, pero con el paso de la intensidad, pasa del romance a la lujuría misma, dando paso a la frotación de su propia lengua con la de la mujer, masageando, buscandola con impaciencia pero sin pasar a lo obseno. Miles de sentimientos surgen nuevamente, pero predominan el deseo de hacela su mujer, ser solo de ella y ella de él, poseerla y amarla, hasta que el tiempo asi se lo permita, o el sol asi lo desee.

¿Será posible que un híbrido como el solo sea presa de la lujuria? Esa pregunta recorrió el vástago pensamiento de la vampiresa quien solo se dejaba guiar por la llama que poco a poco se encendía con cada caricia guiada por el híbrido. Estaba cometiendo una locura, un acto de suicidio, él no estaba conciente de lo que hacía o al menos no completamente pues los años de vida que poseí no se comparaban con los que ella dejaba a sus espaldas, mas solo un roce de sus labios con los suyos le basto para perderse en naufragios sin fin llenos de pasión desbordada por los besos de aquel apasionado encuentro.

El joven tomo la iniciativa y probablemente por instinto rodó su cuerpo hasta que la vampiresa quedo debajo de el para poder poseerla mejor y acariciar su piel, el roce le estremecía pues la mitad de su hibrides era de licántropo lo cual hacía que su temperatura fuera mas elevada que la de ella sintiendo la calidez del contacto y asumiendo la realidad de que disfrutaba cada momento con el pequeño Tristán.

Se dejo acariciar encontrando una nueva sensación al tacto, algo tan maravilloso como la misma noche que yacía sobre ellos, la musculatura de ese hombre frente a ella era descomunal y tan llena de belleza que solo observaba como era que aquel niño paso a ser hombre en un solo segundo convirtiéndola en su presa, ese maldito deseo era tan arrebatador que no podía detenerse por mas que lo pensara una y otra vez, ese jugueteo de besos y mordiscos enloquecían a la vampiresa que solo se desenvolvía en los brazos del híbrido.

- La locura es tan solo el comienzo… - Dijo entre jadeos, antes de que aquel chico le robara nuevamente un beso tan lleno de profanos sentimientos sintiendo la mano del joven sobre su cintura esperando algún indicio o una señal para poder proseguir.

- Me pudriré en el infierno por esto… - Musito con un tono vacilante mientras se preparaba para despojarse de la gabardina negra y quedar en una diminuta blusa de tirantes de color rojo que dejaba ver el pálido ombligo de la vampiresa. – Pero si ya estoy condenada… - Se arrojo sobre el cuello del joven mordisqueándolo tranquilamente para no sobrepasar su piel, ahora se había convertido en una fiera llena de pasión, regreso hasta los labios del joven jugueteando con su lengua una y otra vez, llevo sus manos hasta el cabello del joven para acariciar despeinándolo por completo, dejo de besarlo y mordisqueó su labio inferior, sonrió al darse cuenta de que justamente ahora ya no le importaba absolutamente nada, ni siquiera el hecho de que su sire la despoje de todo lo que le corresponde ya que el respeta a su Madre Sorha y coincide con los ideales de la misma.

- Se que es un error pero en el corazón, incluso en los muertos no se manda… - Ahora fue ella quien se giro para tomar el control sobre las cosas, hacía caso a los instintos que afloraban en ella y beso el musculoso pecho del joven jugueteando con sus colmillos para después regresar hasta sus labios y morder el inferior de los mismos.

- Me fascina lo que estoy experimentando… Aunque lo dudes es completamente nuevo para mí. – Dijo mientras mantenía la presión de sus dientes contra el labio del chico, se arrojo a un lado de él para dejarlo libre de su cárcel corporal.

- Soy toda tuya. – Le dijo con una sonrisa picara pero a la vez tan inocente, una combinación completamente rara para un vampiro.

Tristán comenzo a perder el control absoluto sobre él, dejando a tras cada una de las cosas que lo atormentan, dejando todo sin importale nada, dando paso a la pasión, deseo carnal que sus bajos instintos le piden y que por supuesto le hacen tanto bien al pequeño ojiverde, lentamente fue siendo presa de la mujer, escuchando nuevamente sus palabras sorprendiendose en un momento y riendo al siguiente, puesto que le parecieron sumamente extrañas la mezcla de palabras que emplea en una simple oración. Poco a poco y con el tacto de la vampiresa sobre su cuerpo, dejando que pequeños gemidos salgan de sus labios, son sumanente placenteros y le gustan, ya que lo hacen sentir vivo, agil y sumamente lleno de vigor.

Lentamente es el quien esta a merced de la vampiresa, siendo ella quien toma el contro de las cosas quedando encima del cuerpo del moreno, para luego sentir el jugueteo extrañamente delicioso sobre su cuerpo, y por eso no puede evitar dejar salir un pequeño jadeo proveniente desde lo mas profundo de su ser, disfrutando de sus caricias y besos, para luego escuchar aquellas maravillosas palabras que salen de los labios de su amada, por lo que toma su cintura delicadamente y comienza a subir la diminuta playera dela mujer, desojandola lentamente de aquella prenda delicada y fina al tacto, dejando al descubierto el torneado y perfecto cuerpo de la mujer, mirando la desnudes de sus pechos, por lo que se incorpora lentammente y se pierde en ellos, besandolos lentamente mientras que con la mano comienza a estimularlos lentamente, frotandolos, acariciando lentamente su piel, pasando de uno al otro, disfrutandolos y haciendolos completamente suyos, deseandola mas y mas, pero sin hacer nada que fuera a molestarle, por lo que deja de estimular con sus manos los pechos de la vampiresa para aferrerce a la espalda de ella, rosando y arañando su marmoleada piel con las uñas.

-te amo tanto.

Musito entre jadeos dejando caer el cuerpo de Ishtar sobre el pasto para comenzar a despojarla de su pantalón, desabotonandolo lentamente, por lo que una vez liberada de esa prenda, la hace descender lantemete, asporando su aroma delicadamente, una vez fue comienza a besarle desde los pies, ascendiendo lentamente por las pantorrillas, besando los muslos,abdomen quedandose nuevamente en sus pechos, mientras que sus manos recorren el cuerpo casi desnudo de la mujer, deteniendose esta vez sobre su prenda intima, frotando lentamemte si intimidad sintiendo esa calidez que despide su sexo al estar siendo estimulada por el hibrido, puede palpar su intimidad y siente esa humedad en ella por lo que comienza a frotar suavemente la intimidad de la vampiresa, mientras sus labios lentamente llegan hasta los labios de la vampiresa, para besarlos lentamente.

-me encantas.

Musito delicadamente y dejando escapar un gemido, el moreno esta algo ajitado y la exitación en su cuerpo es bastante notoria, lo siente extraño pero a la vez le gusta y no le incomoda, todo lo contrario. Lentamene comienza a introducir su dedos en la intimidad de la vampiresa apartanto lentamente su prenda intima con sus dedos, sintiendo ahora la desnudes de su sexo, por lo que delicadamente introduce sus dedos, moviendolos con cierto cuidado pero a la vez con salvajismo para incrementar la estimulación en el cuerpo de la mujer.

El sentir los jadeos del hibrido tan cerca de ella la estremecían, el escuchar el palpitante corazón que frenéticamente aceleraba con cada caricia le satisfacía, el respirar de su pecho contra el de ella la hacía caer en una realidad alterna donde la edad y el genero no importan para nada en lo absoluto.

Fue despojada de su blusa por las manos del joven quien se perdió en la perfección de sus pechos, tocándolos para una estimulación que lleno de placer a la vampiresa, los jadeos eran cada vez mas constantes, mas placenteros y mucho mas deseosos de mas que los anteriores. Los dedos de la vampiresa acarician la espalda del híbrido para después arañar su piel, instinto felino eso era lo que se despertaba muy en su recóndito ser, al mismo tiempo el hace lo mismo y la vampiresa ruge con lujuria y deseo de mas, si ella era sádica ahora comprobaba que también le agradaba el masoquismo, disfruto el sentir de las uñas en su piel, aspirando profundamente tan solo por inercia.

Frente a el, ahora ella estaba completamente desnuda, sin pudor… Poco a poco comenzó a sentir los candentes labios de Tristán recorrer cada parte de su cuerpo, haciéndola sentir ese deseo carnal mas y mas intenso, ese deseo tan desgarrador como para cometer locuras inimaginables con el cuerpo del híbrido frente a ella.

Con sus manos acarició cada parte del sexo del hibrido hasta detenerse a la altura de su ombligo, sintiendo como él sin el temor toca su intimidad excitándola por completo, aquello era tan placentero que deseaba la eternidad a su lado.

- ¡Ahhh! – Un pequeño y silencioso sonido salio de los labios de la vampiresa al ser estimulada en su parte mas intima, para ser un niño sabía perfectamente lo que hacía esa noche tan gloriosa, beso los labios del joven para después tomar la postura de fiera ante el, aparentemente jugaban a ver quien poseía por mas tiempo el control.

Se dirigió hasta el pecho del híbrido para besarlo con pequeños mordiscos juguetones mientras arañaba la espalda de este, bajo hasta su pantalón para desabotonarlo con la boca y despojarlo del mismo, vacilo antes de poder continuar con algún movimiento, se mordió el labio inferior mientras bajaba con sus manos la última prenda que le quedaba al híbrido, subió hasta sus labios y los beso acercando su cuerpo con el del chico haciendo que su intimidad chocara con la de él en un ameno contacto que la hizo jadear de placer.

El placer comenzo a desbordar el cuerpo del moreno, el cual se encuentra completamente perdido en la piel de la vampiresa, quien al igual que él comienza a estimular el cuerpo del ojiverde, con tal maestria que ocasionan pequeños y a la vez prolongados gemidos, lentamente su cuerpo siente ese calor que le pide mas y mas, la desnudes de la mujer hacen que poco a poco pierda la cabeza, tenerla a su meced, felina y ardiente hacen que enloquezca y se completamente de ella, se pierda en su mundo demencial y placentero, pensando "¿como demonios es que se tanto?" tal vez esa simple pregunta tenga una respuesta lógica, la cual puede atribuirse a lo que los humanos llaman isntinto.

Sin darse cuenta Ishtar comenzo a tomar el control de las cosas, siendo ella quien lo dome ahora, y siendo ella quien comenzara a estimularlo, besarlo y desnudarlo, algo que le parece sumente exquisito y atrevido, ya que no le importa en lo absolto; ahora estan los dos cuerpos en el pasto, desnudos, sin pudor y recato alguno, dando una muestra de ese deseo, amor y pasión que ambos desbordan. Ishtar comienza a trepar por su cuerpo, dejando que ambos sexos se froten, haciando que Tristán jadeara ante la frotación de los cuerpos y sexos, por lo que la gira y mientras se pierde en sus ojos, quedando nuevamente él sobre el cuerpo marmoleado de la vampiresa.

-ahora seras solamente mía.

Musitp delicadamente mirando el rostro de la mujer, perdiendose en sus poros y agitación que ambos estan experimentando, sin pensarlo mas introdujo su miembro en el interior de la mujer, experimentando una sensación placentera, dejando escapar un jadeo placentero y comenzando a mover sus caderas lentamentem embistiendola delicadamente, profanndo la puresa de su musa, hacianla una mujer, su mujer, siendo completamente suyo y siendo completamente suya, de él y nada mas de él.

Sus embestidas son despacio, delicadas y pasionales, sinte una sensación explosiva en su interior algo que no comprende y pero que no le desagrada, esa sensación de placer que solo su musa hecha mujer le provoca, un deso, pasión y lujuría que nunca penso experimentar jamas. Poco a poco comienza a intensificar la velocidad de las embestidas, incrementando la respiración en su cuerpo y dando paso a los jadeos y gemidos descontrolados.

Estaba bebiendo sin conciencia del elixir que muy pocos conocen, el amor pleno, esa entrega total de su cuerpo hacía otra persona, le era algo indescriptible pero que añoraba tanto, el hecho de que sus cuerpos se descubrieran el uno al otro para aprender de ambos y experimentar algo diferente y completamente lleno de plenitud saciaba sus deseos mientras aceleraba y germinaba nuevos.

Sin previo aviso y sin tener alguna invitación el híbrido introdujo su miembro en el interior del delicado sexo de la vampiresa lo cual la hizo ronronear de placer como si de una gatita se tratara, el instinto felino salio a flote mientras el la embestía con suma delicadeza ella dejaba que sus uñas rasgaran la piel del chico que en aquella alocada noche se convirtió en hombre.

Los repentinos jadeos que emanaban de los labios de la vampiresa eran entrecortados y haciendo alusión a lo que su cuerpo experimentaba, con desesperación comenzó a morder el cuello del híbrido con cierta cautela de no herirlo y hacerlo sangrar, la aceleración de los movimientos se intensifico haciendo que el híbrido incrementara su respiración al mismo tiempo en que los latidos de su corazón eran mas fuertes y con mayor vigor.

La vampiresa recorrió con sus labios desde el hombro del joven hasta su cuello mordiéndole la oreja, al mismo tiempo que dejaba escapar un gemido de placer, mientras rodeaba con sus manos el escultural cuerpo de adonis que poseía el híbrido.

- Eres mi dueño y yo tu esclava… - Dijo mientras movía sus caderas con desenfreno para aumentar la rapidez de las embestidas que tanto disfrutaba.

Tristán comenzo a emebstir a la vampiresa de una manera descomuinal, haciendo que poco a poco el incremento de la exitación invadiera su cuerpo, creciera mas y mas haciendo que el incremento de las sensaciones y sesibilidad en su cuerpo interior y ser, sintiendo el mas placentero extasis que jamas pudo o creyo sentir en un acto tanprofano y a la vez tan exitante.

Los gemidos que salen de sus labios solo delatan el placer que recorre su cuerpo, intensificando a cada instante las embestidas en la mujer inmortal, besando sus labios, su piel y casi llegando hasta lo mas profundo de la mujer lanzo gemidos sumamente placenteros y graciales, incandecentes y exitantes, eroticos y a la vez profanos, pero ¿que demonios me importa arder en el infierno si estoy experimentando el placer mas grande de mi vida?, penso detenidamente mientras una sonrisa se dibuja en su rostro.

-soy tu ferviente escalvo, soy todo tuyo y ahora eres solo mia.

Musito el moreno, notandose la agitación en su hablar y su ser, embistiendola con una bestialidad impresionante, llegando hasta el fondo y saliendo de ahi una y otra vez, notandose el vaiven de los movimientos de su caderas al entrar y salir de ella. Poco a poco sus besos fueron un poco mas obsenos, cambiando las facciones de su rostro, dejando de ser un niño y siendo un hombre completo

-te amo

Musito nuevamente mirando el rostro de la mujer, siendo sus gemidos un cantar para sus oidos, incrementando la exitación en su cuerpo y alentandolo a seguir satisfaciendo a su mujer, haciandola solo suya y nada mas suya.

Ligeros jadeos salían de sus labios al sentir tan cerca al híbrido, estremeciéndole a cada momento por lo besos que sentía en su piel. Aquellos jadadeos cerca de su oído incrementaron la excitación en su cuerpo.

Sus embestidas comenzaron a ser más fuertes y profanas, llenándola de un éxtasis total que la hacia gemir cada ves mas fuerte y con mayor placer, sus ceño se fruncía de agonizante satisfacción que este le propinaba, estaba siendo condenada por aquello pero no deseaba desprenderse de los brazos del joven.

Disfrutando de sus besos algo indecentes y de sus caricias lo aferró mas a su cuerpo con sus piernas sintiendo la excitación en el cuerpo del híbrido. Si cuerpo entero estaba disfrutando al máximo de los besos del mismo.

- Tristán… - Musitó su nombre dejando que sus besos siguieran recorriendo su cuerpo, estremeciéndola por completo. Se aferró a su cuerpo, sujetando su cintura con sus piernas, mismas que ayudaron a impulsar a su miembro dentro de ella, sintiendo una explosión de puro placer en su interior, dando paso al nacimiento de mas gemidos descontrolados al sentirlo en ella.

- Mmmm… Te amo… - Gimió denotando la pasión y satisfacción que le estaba otorgando el cuerpo de Tristán, llevando una de sus manos hacia su cuello y así sentir de cerca su respiración y jadeos incesantes cerca de ella.

El incremento de las embestidas a su cuerpo eran salvajes y dominantes, incrementando la pasión y desbordando la lujuria a todo su esplendor, sus gemidos eran incesantes pero la excitación de la vampiresa era mas fuerte al escuchar los gemidos y jadeos que salían de los labios del híbrido.

Poco a poco comenzó a sentir el tan deseado primer clímax en su cuerpo, mismo que no tardo en manifestarse por lo que gimió bestialmente ante la manifestación del mismo delatando la culminación de tan placentero sentir y bajo ante la mirada de las estrellas ella dejo de ser una niña y el un niño para dejar el paso a un par de adultos que disfrutaban del placer carnal combinado con un amor desgarrador.

Cada palabra de laq vampiresa, cada gemido y cada jadeo incrementaban la pasión y ganas de continuar con tan placentero momento, cada minuto y segundo se hacian completamente eternos a su lado haciendo que es momento sea mas y mas exitante, placentero y sumamente exitante, sumuergiendolo en la perdición total de la indecencia y placer juntos en un solo acto.

Poco a poco el climaz llego y se manifesto en la mujer, lo que provoco en el pequeño una satrisfacción enorme, mismo que ocasiono el incremento de la embestidas en el cuerpod de la mujer, para alcanzar tan deseado placer, placer que no se compara con nada en el mundo placer que simplemente ocasiona un magestuoso sentir, placer que simplemente ocasiona la culminación de tan hermoso momento, tan exitante y bello acto. Un gemido bestial se vio manifestado en cuerpo del moreno, dejando salir todo el placer acumulado durante el acto carnal que estaba experimentando, mismo gemido que delato aquella culminación y que delato con una última embestida que llego hasta lo mas profundo del interior de la mujer.

Al culminar se dejo caer sobre el pecho de la mujer, sintiendo aquel pequeño sudor que sale del cuerpo marmoleado de su musa, aspirando su aroma y reposando en ella- eso fue - dijo con dificultad, intentando enlilar las palabras y controlar la respireción- hermoso, gracias mi amor- beso el cuello de la mujer sonriendo placidamente ya que en cuestión de unas horas dejo de ser un simple niño a ser completamente un hombre, siendo el ferviente escalvo de la mujer, siendo uno solo y ser inmensamente feliz en los brazos de su musa.

Roso nuevamente la piel de la mujer con sus dedos, tocando como cuan petalo de rosa se tratara, acariciando su piel delicadamente y sonriendo y besando cada poro de la piel de la mujer, para luego llegar hasta los labios de la mujer y besarlos pasionalmente, perdiendose en ellos nuevamente.

Su cuerpo estaba a punto de colapsar en un infinito placer ensordecedor que la envolvía a cada embestida propiciada por el híbrido del cual sin pensarlo se enamoró, las uñas se incrustaban en la piel de aquel hombre desgarrando poco a poco la superficie de la misma. La respiración que por inercia realizaba la vampiresa se aceleraba con cada pasar de los segundos llegando hasta el límite de aquella delicia.

Aquel niño que entre sus brazos se convirtió en todo un hombre la hizo delirar de placenteros jadeos, aquel bello y seductor elixir que poseía el pequeño la invitaba a querer desenfrenadamente poseerle mas veces, el contacto con su piel, sentir sobre su cuerpo ese sudor que resultaba tan exquisito al bañarla de él, sus labios que descontroladamente se perdían en los mas impuros besos y deseos desbordando la pasión de ambos, jamás imagino que un inmortal, que un ser condenado por el mismo infierno resultara con poder tocar el paraíso con acto tan natural como este.

El último gemido que salio de su boca fue dichosamente el más deleitable de todos culminando con el auge de aquel majestuoso momento, levanto una de sus manos para acariciar el cabello de su hombre mientras que este con todo el esfuerzo posible musito unas palabras.

- No digas nada amor… - Le dijo mientras dibujaba con la yema de sus dedos espirales sobre su espalda y brazo.

Los besos que el joven le propiciaba, ya no eran los mismos de deseo y lujuria que con anterioridad, esta vez eran gratificantes mismos que respondió con cariño, ternura y amor, dejo escapar una pequeña risita de niña al momento en el que le decía lo mucho que lo amaba.

Miles de sentires comenzaron a surgir y nacer en su interior, ya nada era un simple niñito, ahora es un hombre, un esclavo del amor y de su mujer, un fiel y ferviente esclavo de la pasión y amor que la vampiresa ha despertado en él y sobre todo por el pasional acto que hace unos instante culmino. Sus palabra se vieron interrumpidas por la de la vampiresa, seguido de unos besos sumante dulces y muy reconfortantes, mismos que cambiaron y se volvieron sumente agradables convinados con la risa de la mujer que fue un cantar para sus oidos.

Al separase de sus labios acaricio el rostro de la mujer, sintiendo el tacto de su piel, la frescura de su rostro y lo terso que es muy apesar de la dureza que es la piel de los vampiros, relajo los musculos por un momento mientras continuaba encima de la mujer, sin retirar su miembro de ella, estando unido a un a su mujer, deseandola fervientemente, amandola y añorando hacerla suya nuevamente; por lo que poco a poco, fue besando sus labios, descendiendo lentamente por su cuello y llevando atrevidamente sus manos hasta los pechos de la mujer, rosando con delicadeza elc entro del aquel fruto que solo las mujeres poseen, aquel fruto que enloquece al simple tacto y que él esta deleitando en este momento. Comenzo a descender de separando su miembro del interior de la mujer, llegando hasta sus pechos y relamiendolos lentamente, dibujando semicirculos con su lengua justo en el centro de sus perfectos y duros pechos, haciendolos suyos daborenado su exquisito sabor.

Lentamente dirigio una de sus manos hasta su sexo nuevamente, estimulando lentamente su clitoris, mirando el extasis en la mujer inmortal, sintiendo la humedad que desprende, alentandola a seguir exitada y disfrutar a un mas de ella.

-me encatan verte exitada, me encata hacerte mia y lo que resta de la noche seras solo mia.

Musito el moreno, mientras estimulaba a la mujer, frotando lentamente la entrepierna de la mujer, para luego con sus labios descender y besar sus pechos nuevamente, descendiendo por su abdomen sin dejar de estimularla, rosando sus labios por su fria y tersa piel, descendiendo lentamente hasta llegar a su sexo, deteniendose justo a la altura de aquel capullo humedecido y sumanete caliente.

-pero me encata sentirte y probarte.

Curveo la sonrisa mientras retiraba sus dedos del sexo de la mujer, para inclinarse y comenzar a besar el inetrior de la mujer, saborenado de sus jugos, succionado y relamiendo su sexo, introduciendo su lengua en su inetrior, haciendo movimiento con la lengua sumamente obsenos, pero que estimulan a la vampiresa al maximo, mientras que sus manos se dirigen hasta sus pechos, frotandolos lentamente, acariciandolos y rosando sus dedos sobre el pezon, pellizcando aquella zona con delicadeza, estimulando a la mujer a un mas de lo que su lengua esta haciendo, Mientras sus manos estan en aquella zona tan deseada por los hombres su lengua esta en el interior de la mujer, por lo que mueve la cabeza como un salvaje, saborenado de su interior, realizando unos ruidos algo obsenos, dejando escapar gemidos placenteros, por el exquisito sabor que la mujer despide, y sobre todo por lo delicioso que es este momento.

Aquel acto había llegado a su fin por el momento, la vampiresa escucho las palabras del vampiro quien aun mantenía su miembro dentro de ella, se separo de sus labios y comenzó a decender por el cuerpo de esa mujer enloqueciéndola por completo, ese sentir de caricias propiciadas por su lenga en sus pezones la estimulaba, le era gratificante mas que nada la lujuria se estaba haciendo presente después de ver como el híbrido descendía poco a poco por su cuerpo con besos y caricias profanas e indecentes.

Saco su miembro del interior de la vampiresa para ahora besar su entrepierna y lamer su sexo hasta lo más profundo de si misma, mientras sentía las manos ardientes en sus pechos otorgándole un éxtasis libidinoso y lleno promiscuidad, pero así mismo como Tristán le había hecho saber a la vampiresa que la deseaba probar ella sintió el mismo deseo pervertido por lo cual tomo su posición de fiera.

Aparto de los labios del híbrido su entrepierna, gateo un poco hasta llegar a donde se encontraba su cabeza levantando con sus dedos su rostro para buscar sus labios y fundirse en un beso que combinaba la lujuria, pasión y la depravación. Comenzó a hacer uso de la misma técnica del joven pero con una diferencia extremadamente notoria, ella descendió dando mordiscos en su piel, dejando que la sangre saliera para tener en su boca esa elixir que solo el poseía al ser un híbrido de su calaña.

Al estar a la altura de su ombligo con una mano lo recostó sobre el césped y se colocó sobre él en una posición indecente y profana, el sexo de la vampiresa se encontraba frente a los labios de Tristán y el miembro de este frente a la boca de la vampiresa, lo tomo con una mano comenzándolo a estimular delicadamente explorando cada parte de este, recorriendo con caricias los testículos y el pene para después introducirlo en su boca e incitarlo con la lengua, esa fiera comenzó a mordisquear el miembro del híbrido jadeando con cada movimiento de su lengua dentro de ella.

Sus manos se encontraban ocupadas acariciando el torneado trasero del híbrido.

El cuerpo de su musa ocasionaban miles de perverisdades que comenzaban a surgir en su mente, algo que nunca penso experimentar con alguna mujer y mucho menos con una que le lleva siglos de ventaja, sabe a la perfección que es un completo y ferviente esclavo de la mujer, lo que ocasiona algo completamente descontrolado en él.

El sabor y deleite de la vampiresa hacian que Tristán enloqueciera a cada momento, estar saboreando el interios de la mujer es un elixir que los mismo dioses le estan ofresiendo en este momento, pero algo cambio, la mujer comenzo a tomar el control nuevamente, actuando de una manera sadica y perversa a la vez, lo que provoco en él moreno una risa bastante perversa y muy sujestiva, la mujer comenzo a recorrer sus labios, besandolos freneticamente, mesclandose con pasion y un deseo latente, lentamente la mujer comenzo a descender por el cuerpo del hibrido, pero esta vez los besos fueron tiñendose de rojo carmesi, dando un toque mas sangriento al acto, lo que desperto multiples sentires en el interior del moreno, extasis, placer, dolor agradable y miles de gemidos que salen de sus labios al simple contacto de los colmillos dela mujer con el contacto del piel del hibrido.

Poco a poco fue descenediendo por el abdomen del moreno hasta detenerce justo frente a su duro y bastante exitado miembro, para luego colocarse en una posición bastante sujestiva y alentadora, quedando la entrepierna de la vampiresa justo frente a él, por lo que saco la lengua y lentamente comenzo a rosar las paredes vaginales de la mujer, para sentir un cosquilleo bastante agradable en su miembro, mismo que fue intensificando y volviendose un verdadero deleite, mordidas y placer mezclados en simple jugueto para luego sentir un apreton ocasionado por los labios de la vampiresa, podia sentir el jugar de su lengua en su sexo, sus dientes filosos rosar y arañar su piel y los apretones de sus labios al contacto.

No puede contener los jadeos y gemido, tanto placer es algo que no puede contener, ¿pero solo ella va actuar?, eso es algo que el moreno no pued permitir, lo que ocasiona llevar las las manos hasta el tracero de la vampiresa, rosando y acariciendo aquella parte posterior de su cuerpo, rosando sus dedos sobre la piel marmoleada de la mujer y acercando aun mas el cuerpo de la vampiersa a él, relamiendo y jugando con su lengua en el interior de la vampiresa, realizando unos ruidos bastante extraños pero que supone que son sumente comunes en esta clase de actos.

si los dioses pudieran catalogar este momento seguramente lo catalogarian de indecente, profano, pervertido, lujurioso y sumanete exitante a la vez, mezclado con actos sadicos y masoquistas, mismo que solo un ser sobrenatural puede experimentar, sentir sumamente agradable y exitante, y que solo un hombre puede disfrutar de tan preciado regalo divino, como lo es Ishtar para Tristán, tesosro que cuidara y protegera con su propia vida, di ella se lo llegara a pedir algun día.

Su persona se había vuelto libidinosa, estaba en el éxtasis total de un acto que era profanado por ese maldito deseo carnal que la consumía hasta llegar al borde de la decadencia. El pudo ser perdió en cuanto entrego su cuerpo al híbrido, los gemidos de ambas criaturas se escuchaban irrumpir el silencio de la noche, plagando con su lujuria el magnifico cielo nocturno, excitando a las estrellas a caer en ese pecado tan simple y descomunalmente placentero.

Poco a poco su cuerpo se corrompió mas hasta llegar al punto en que no solo la lascivia pedía mas si no también su mente quien había despertado por completo después de 6 siglos de estar dormida secuestrando la verdadera imagen de la vampiresa que solo necesitaba de accionar ese botón que el joven Tristán sin querer activó.

Sus labios y su lengua trascendían de arriba hacia abajo su miembro acariciando y mordiendo a cada paso, su miembro perfectamente erecto emanaba esa sangre, ese elixir que bebía apasionadamente, sus manos tocaban el trasero del híbrido y lo acariciaban rasguñando sus glúteos sin piedad alguna, estaba poseía por el demonio de la promiscuidad mismo que le pedía mas y mas…

- Ahhh… ¡Vamos Tristán! – Jadeó gritando al sentir la lengua del híbrido pasearse por todo su interior proporcionándole un placer que solo él podrá darle, la piel le quemaba y eso hacía que el acto se volviera mas interesante, gemidos de lujuria y perversión lubricaban cada sonido de su garganta, cada movimiento esbozado con su boca cuando introducía el miembro de Tristán para concederle ese delirio que tanto anhelaba.

Tardo varios segundos antes de poder incorporarse, se separo del joven y se colocó en una posición completamente nueva, el híbrido permanecía recostado pero la vampiresa se sentó sobre su miembro para después introducir este en su entrepierna, tomando las manos del vampiro para que estas tocaran sus pechos, comenzó a mover sus caderas con suavidad de arriba hacia abajo dejando que su excitado miembro se introdujera y saliera saciando la sed de la vampiresa con cada movimiento.