De vuelta[Romina]

Al irme supe que pasaría mucho tiempo antes de volvernos a encontrar. El irme del lado de Romina, me condenó a morirme de amor, cada día que pasaba, no había ni un solo día que no lo recordaba. Estuve intentando hablar con Roger pero nunca me escuchó, cada vez que lo intentaba siempre salía mal parado, estuve en coma en uno de mis mucho intentos frustrados por intentar hablar con él. Los médicos no sabían que pensar cuando vieron como me reanimaba ya que en aquél instante había perdido unos hermosos meses, 6 meses preciados que perdí.

Al cabo de dos años me rendí ya que no atendía a razones, pero ¿que le diría a Romina? que fallé, nunca me lo permitiría, tenía que volverlo a encontrar, pero no lo encontré, estuve buscando y buscando pero ni rastro de él, parecía como si se lo hubiera tragado la tierra en ello pasó otro año que perdí.

En un año fui a Italia esperando volverla a encontrar, allí, esos grandiosos momentos que no pude olvidar, demasiados recuerdos de 6 mese que pasé con ella y ahora parecía tan distante, parecía como si se me hubiese apagado la vida. Una alma en pena viajando sin rumbo fijo, en busca de su gemela. Pero ese teatro abandonado de entonces no era el mismo, un grupo de demonios y ángeles me persiguieron y me tuve que esconder. No podía salir, eran demasiados, no paraban de decir que me querían muerto porque no podían permitir que alguien como yo interrumpiera en un lugar tan sagrado. En 4 meses estuve huyendo de ellos, pude huir pero salí mal parado a causa de sus golpes y ataques.


Intenté visualizar algún lugar donde no me pudieran encontrar Shandoria, aquél lugar lleno de recuerdos geniales y no lo conocía nadie, así que me dediqué a ir hacía allí, a pesar de los rasguños y las heridas profundas, además que cada vez veía más borroso. Aún a falta de fuerza llegué allí, estaba muy cansado y tenía la respiración agitada. No encontré el templo estaba lejos y no podía casi ni andar, no sabía ni como me mantenía en pie. Decidí ir a cuatro grapas y me transformé ya que nunca olvidaría lo que aprendí del autocontrol. En seguida me encontré en un bosque no podía caminar más me volví a mi forma humana y me quedé apoyado en un árbol respirando agitadamente mientras miraba el cielo estrellado de aquella noche. Era hermoso, tanto como el que vimos la primera vez que estuvimos los dos aquí, pero eso solo eran recuerdos, ¿como podía encontrarla? ¿me habría esperado o se habría ido con el primer que apareciera? No quería saber que fuera mentira, necesitaba verla, pero ahora no, no me podía ver en este estado tan degradable, tan lastimado, que seguro ni me reconocería.

Miré las estrellas me pareció ver el rostro de Romina en ellas, me sentía muerto sin ella, como podía todavía respirar si ni siquiera la podía tocar, no la podía oler, no la podía mirar, tan solo la podía amar ¿será ella mi perdición? Mi descontrol, mi preocupación, mi desolación. Extraño ver que no puedo soñar porque no la tengo conmigo. ¿Que se hizo de ese amor? Simplemente lo guardo dentro mío. No quiero perderlo, solo es mío, aquella sensación, aquella voz tan dulce, de nadie más.

Escuché unos pasos acercarse así que me dediqué a mirar quién era ya que no tenía fuerzas ni para levantarme, estaba demasiado cansado. Pasó corriendo por mi lado, le vi la cara, se parecía a Romina incluso tenía mi misma mirada. Se paró y me miro de arriba a abajo y yo simplemente le sonreí. Pero luego se acercó otra persona y aquel chico se escondió a mi lado, parecía como si no me tuviera miedo.

De pronto escuché otra voz, se me abrieron los ojos como platos,esa voz tan dulce nunca dudaría de quién era la portadora de esa voz, Romina, pero no podía dejar que me viera en ese estado, así que me armé de todas las fuerzas que me quedaban y me escondí con aquél chico extraño me pareció, ya que no me parecía peligroso, sino que me transmitía confianza.

No paré de mirarlo de arriba abajo, sentía como si ese chico fuese parte de mi. Demasiado extraño, muy muy extraño, entrecerré los ojos escuchando su respiración, parecía muy calmado.

Entonces escuché la voz otra vez de Romina, estaba muy cerca, la sentía demasiado cerca y por una parte me alegré pero no me gustaba que me viese justamente así. Así que ese chico se llamaba Tristán, en efecto ya que cuando escuchó la voz de Romina fue a su encuentro. Fue como si hubiesen tenido una pelea aunque él tenía un aire triste.

Le escuché delatar mi posición, ahora no simplemente no porque tendría que pasar en ese momento. Después la escuché su voz a que casi me tocó, seguro que se había acercado para averiguarlo, como no, así es Romina.

La miré cuando estuvo delante mío, aunque estaba sentado la vi perfectamente, aquella expresión, aquel ser que me removía por dentro, sentí como si hubiese vuelto a nacer. Recordé cada instante que pasé con ella y a la vez supe que la había extrañado demasiado tiempo, necesitaba tenerla, abrazarla, contemplarla, besarla... pero entonces escuché como discutían Romina y Tristán y al cabo de poco tiempo el se fue, pero antes dijo algo que me hizo sonreír.

Pero luego volví a estar serio, la había llamado mamá ¿eso quería decir que era mi hijo?
A lo mejor había conocido a alguien más, que le hubiese dado la necesidad que ella necesitaba, pero al tener esa imagen en mi mente moví la cabeza hacia los lados, intentando sacar esa imagen.

Escuché que pronunció mi nombre pero sonó algo entrecortado, fue como si llorase y se me partió el alma en dos. Luego sentí que la tenía muy cerca. Pero en ese instante me dio una bofetada.

Ay...

Eso me dolió, cerré los ojos y me llevé una mano a la mejilla, mirandola tristemente pero luego me abrazó fue algo que me confundió, pensé que estaba enfadada conmigo. Pero simplemente le devolví el abrazo con una sonrisa en los labios. En ese momento fue como si el tiempo se parara y la Tierra se detuviera un instante para vernos solo a nosotros.

Luego cuando la escuché sonreí, a si que un sueño eh, pero no, no lo era, era la realidad, lo más asombroso es que cuando soñaba con ella no imaginaba el encuentro de esta forma.

No es un.. sueño

Dije en un susurro casi que no se si ella lo escuchó y entonces le agregue

Porque estoy aquí.

Dije mirandola sonriente y le sonreí cuando se separó y me tocó con sus dulces manos en el rostro, cerré los ojos y disfruté del momento y luego la escuché, diciendo que les hacía falta, así que mis sospechas se habían confirmado ¿o hablaba solo por hablar?Tal vez se hubiera equivocado.

Pero después la miré mientras hacia una pregunta tras de otra, y no pude evitar sonreírle era este gran amor que hacia que me incendiara como una llama, antes estaba, más bien me sentía apagado, ahora lo se del todo ciertamente, ella es el fuego que habita en mi interior. Luego escuché como acababa la frase y solo me quedé con eso.

¿Tristán es.... esto.... es.... mi hi...jo?

Pregunté todavía sin creermelo. ¿Esto era un sueño? Si, un sueño hecho realidad.

Es demasiado guapo para serlo

Dije mientras le sonreía en un tono de broma.

Pero no importa lo que pasó, lo único que cuenta, al menos para mi, es que te veo, te toco

dije haciendo una pausa acariciandole la mejilla

Y te puedo sentir.

Dije acercandome lentamentey besandola lentamente en los labios. Nunca hubiese pensado en esta sensación, que me producía al tocar su piel, que me producía al sentirla otra vez conmigo...

Al escuchar la afirmación me quedé lleno de alegría, todo lo que había ansiado tener y obtener, se había logrado, me sentía feliz pero también una tristeza cubrió mi mente. Como lo habría pasado todo el tiempo que estuve sin ella, que le habría sucedido y lo más importante, no pude estar a su lado para apoyarla en todo lo que necesitará. Me maldije por haberme ido, por no haber estado a su lado. Parecía que nunca nos hubiéramos visto y a la vez sentía en mi interior que nunca hubiese sido más feliz que ahora.

Luego en el momento del beso supe porque la necesitaba a mi lado, más que ella me complementaba, nunca supe que mi alma estaba atada a la suya.

Te amo

dije sonriente cuando se sentó y me dijo que le hice falta y que le tenía que explicar muchas cosas a nuestro hijo.

Sabes, creo que no le doy miedo y en este estado no entiendo porque pero daría miedo a cualquiera, pero él me sonrió, es extraño, pero despertó algo en mi que creía oculto. Sabes creo que lo entiendo pero no importa todo lo que tengamos que hablar, simplemente te quiero y haré lo que sea por ti y Tristán.

Sonreí cuando me dijo que me quería, por alguna razón me vino el recuerdo la noche del teatro, cuando ella estaba herida y yo la cuidaba, ahora parecía un tanto extraño, yo herido y ella a mi lado. Pero me sentía feliz, demasiado feliz para expresarlo con palabras o hechos, la verdad era que la quería y la amaba con todas mis fuerzas.

Tristán solo tiene 3 años!!!!!

dije con cara de asombro pero si parecía un chico, alto y fuerte de unos 16, 17 años. ¿Era posible que un chico de 3 años pareciera tan, tan mayor??

Como es posible, pero si parece mucho más mayor.

Luego continue escuchandola hablar sobre Tristán. Supongo que se encontraría bien ahora en casa, donde le había enviado Romina.

Las cosas van a cambiar,lo se, cambiarán.

Sonreí al sentir el suave tacto de sus labios y la escuché detenidamente. Así que a pesar que tuviese tan solo 3 años sería mejor tratarlo como un chico de 17 ya que en eso se había convertido.

Así que Tristán es un híbrido.

Confirme ya que ella había hablado sobre bebes híbridos. Luego me quedé mirandola mientras me cogió el rostro con las manos, me quedé sonriente sin saber que hacer.

La escuché hablar de Tristán en un tono preocupado, al parecer estaba angustiada por él, cosa que no entendí ya que le había mandado a casa, aunque probablemente no le hiciera caso ya que como habían discutido creía que estaría enfadado. Vi la mirada de Romina pero me di cuenta que aunque parecía segura estaba angustiada por él.

Claro que vengo.

Dije y le agarré de la mano y me puse de pie. Esperando que ella me guiara porque yo no sabía donde vivían.

La iba acompañando mientras poco a poco me iba recuperando, supongo que al estar en ese estado tendría que descansar un poco pero no lo podía permitir no en ese momento. Así que continué caminando con ella cuando me di cuenta que ya estaba amaneciendo al escucharla decirlo. En eso le estreché la mano para que supiera que estaba con ella.

Vi como llegábamos al jardín trasero, en verdad la casa era preciosa, me hubiese porque se dedicó a vivir aquí aunque creo que ya sabía la respuesta. Entonces entró por la puerta y la seguí mirando la casa por dentro que casualmente tenía las cortinas totalmente descubiertas.

La escuché llamar a Tristán y luego subió arriba para comprobar si estaba dormido. Pero antes me beso y le sonreí embobado en su mirada.

La miré un tanto confuso ante la reacción pero supe que no estaba, digamos que me los conocía muy bien a los adolescentes simplemente porque yo era uno de ellos. Luego se puso detrás mío para apartarse del sol.

Un segundo ahora lo hago, pero antes será mejor que te pongas esto.

Me giré hacía ella y la miré sonriente mientras me quité la sudadera que llevaba y se la puse. Ahora al menos no se haría daño ni en los brazos ya que no se le veían ni las manos, partcularmente había crecido y eso se notaba y no pude evitar sonreír y luego le puse la capucha en la cabeza, me agache y la besé en los labios.

Así no te pasará nada cuando me este moviendo

Dije mientras iba cerrando las cortinas y la iba mirando de reojo. Cuando todas estuvieron cerradas me acerqué a ella.

¿Que sabe Tristán sobre mi?

Veo que todavía le tienes miedo

Dije refiriendome al sol. Mientras la miraba sonriente, se acordaría de aquella vez en el templo en el que estuvo expuesta al sol sin hacerse daño gracias a la capa de mi madre. Al pensar en eso me vinieron un montón de recuerdos, que ahora parecían tan lejanos como la ultima vez en el que los vi y los enterré y recé esas plegarías, prometiendo tantas cosas que no se si las podría recordar. Entonces volví a mirarla.

¿todavía conservas aquella capa que te di en el templo de Shandoria?

Vi como se sentaba apoyando su espalda en la pared. Luego la escuché y sentí como si me explotará el corazón y me quedé todo serio. Respiraba profundamente, no quería llorar, simplemente no quería. ¿Porque fui tan iluso de irme? Me tendría que haber quedado, la tendría que haber ayudado, pero no estaba aquí.

Lo siento.... no supe que... esto...

Mi voz sonó entrecortada, mientras me caí sobre las rodillas mirando hacia el suelo con la manos abiertas apoyadas en el suelo, no pude aguantar y me puse a llorar, me sentía demasiado culpable, no tendría que haber estado aquí, fui un insensato, porque era tan difícil. Me limpié las lagrimas al escucharla pronunciar esas palabras.

¿Tristán me quiere? Como me puede querer si no merezco ser su padre.

Dije mientras mi voz iba subiendo para luego hacerse cada vez más y más baja. Me senté a su lado mirandola con atención.

Se que me puedes ayudar-dije mirandola dulcemente-pero no quiero que lo hagas. Me lo quiero ganar por mis propios esfuerzos no porque tu se lo digas. ¿Te parece bien?

Dije en murmullo que sonó de manera tierna y agradable.

La escuché y le sonreí, me animaron mucho escuchar sus palabras, me sentí de alguna manera libre,fuera de peligro y seguro a su lado, así que me acerqué a ella besandola suavemente.

Luego a lo de mi pregunta volvió a subir arriba siempre me dejaba con la intriga,me quedé un poco impactado, mientras miraba como subía por las escaleras entonces me quedé allí sentado esperandola como siempre, -todo había vuelto a ser igual- y sonreí al pensar aquella idea.

Sonreí al ver su movimiento en contacto a la pared para que no le diera el sol. Después se acercó más a mi y me quedé mirando la caja que llevaba consigo por alguna razón supe su interior, como no, la había guardado no me lo podía creer. Abrí cuidadosamente la caja y de ella saqué la capa de mi madre.

Me gusta mucho que todavía la conserves, te quiero mucho Romina-dije mirandola y la abracé simultáneamente-¿Cuando supo Tristán que era un híbrido?

Sonreí al escucharla, el que ella se hubiese acordado de esos momentos me hizo increíblemente feliz. Esa sensación recorrió mi cuerpo y mente pensado todas las noches que la imaginaba entre las estrellas mientras me miraba y me quedé algo ausente.

La escuché y sonreí, no podía evitar sonreír cuando pronunciaba aquellas palabras que resonaban dentro de mi cabeza una y otra vez.

La miré al los ojos y luego le respondí ese beso tan hermoso que hacia tiempo que no sentía cuando estaba a su lado, lo disfruté y luego gruñí cuando se separó ya que la quería tener más tiempo así de cerca.

Pero luego la escuché detenidamente cuando me respondió la pregunta. Me quedé boquiabierto cuando dijo que sabía cocinar y luego me sorprendió el saber que él le había hecho que se quemara con el sol. Cuando vi la quemadura que se había hecho, bueno más bien la cicatriz que le quedaba, le cogí por la muñeca del brazo izquierdo y le besé dulcemente la herida mientras la miraba fijamente a los ojos.

La escuchaba mientras explicaba como había reaccionado Tristán pero sin dejar de besarle la cicatriz ni de mirarla de la misma manera. Luego la dejé ir y se puso en pie y me tendió la mano y se la agarré poniendome de pie.

No quiero descansar mami-dije en tono de broma, y me acerqué lentamente a su oído y se lo mordí suavemente-Yo quiero hacer otras cosas-dije susurrando de un modo seductor.

Sonreí mirandola mientras la escuché me reí, mirandola fijamente mientras sentía lo que me hacia, primero me lamió el cuello y entonces me tiré la cabeza hacia atrás para que continuará, sentía esos labios tan sensuales recorriendo mi piel, después ascendió hacia mis labios los cuales la besaron desenfrenadamente. Noté como se acercó más a mi pasando sus brazos por mi cuello y me lo revolvía suavemente y ante aquello le sonreí en los labios mientras la besaba. Fue descendiendo por mi espalda esos dedos tan curiosos que me provocaban electricidad.

La escuché mientras hacia una pregunta parecida a la anterior que no había podido responder ya que me había besando con tanta pasión que el beso se hizo duradero. ME quité lentamente la camiseta, dejando mi torso desnudo.

A ti que te parece-dije acercandome freneticamente. Necesitaba esos labios que me llenaban de vida, luego me separé lentamente hasta su oído-dar rienda suelta a nuestro amor.-dije susurrando mientras me separé para mirarla a los ojos.

Sonreí al verla asentir y acercarse a mi y me besó ese beso que correspondí mientras ella me acariciaba la espalda y yo la cogí por la cintura mientras me fundía en sus labios.

Se entrelazaron nuestros dedos y me empezó a conducirme hasta su habitación. Subimos por unas escaleras dirigiendome a la segunda planta, que era bastante bonita. Fui hacia la puerta en la que ella se paró y abrió de par en par y supe que era de ella por la falta de ventanas. Entonces deseé que si tuviera habitación fuera con ventanas porque sino me moriría de calor. Entré mirando las paredes y luego me giré hacia ella. Vi como se quitaba la blusa quedandose en sujetador mientras me mordía el labio inferior.

¿Que que voy hacer? Buena pregunta, pero la respuesta la irás sabiendo

Dije mientras se iba acercando a mi y se rozaron nuestros cuerpos provocando una electricidad que me hipnotizó. Mientras deslizó una de sus manos a mi rostro la besé dulce pero con lujuria. Mientras mis manos se deslizaron hacia sus senos, masajeandolos lentamente.